A veces pasa lo siguiente (y a menudo): alguien compra una casa, un terreno, recibe una herencia o hace una donación. Lo típico: va a pagar sus impuestos y, sorpresa, Hacienda le dice que el valor real del bien es mayor del que ha pagado. O peor, ¡mayor del que ha recibido! Y claro, si el valor es más alto, el impuesto también. Pero muchas veces ese valor que pone Hacienda no tiene ni pies ni cabeza.
Entonces, ¿qué se puede hacer? Pues existe una cosa que se llama tasación contradictoria, y aunque suene a rollo complicado, es algo que cualquiera puede usar para reclamar si cree que Hacienda le está cobrando de más.
¿Qué es eso de la tasación contradictoria?
Es una forma legal de decirle a Hacienda: “oye, el valor que me estás poniendo no es justo, y tengo una valoración diferente que lo demuestra”. Es como ir con una segunda opinión, pero mucho más oficial, porque estamos hablando de Hacienda.
Funciona así: cuando Hacienda revisa los impuestos y ve que has puesto un valor bajo (según ellos), te mandan una notificación diciendo que el bien (por ejemplo, tu piso) vale más. Si no estás de acuerdo, puedes presentar tu propia tasación, hecha por un profesional independiente, para demostrar cuál es el valor real. Y si aún así no se ponen de acuerdo, se llama a un tercer tasador neutral que lo resuelve.
Suena un poco largo, pero si te ahorras miles de euros en impuestos, merece la pena.
¿Cuándo pasa esto?
No es algo puntual. Le pasa a mucha gente cuando:
- Compra una casa o un piso y declara lo que pagó (como debe ser), pero Hacienda dice que vale más.
- Recibe una herencia y declara el valor que le han dicho o el de mercado, pero Hacienda lo sube.
- Hace una donación y Hacienda no se cree el valor que ha puesto.
Y claro, como los impuestos dependen de ese valor (sobre todo el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, Sucesiones y Donaciones, o el de Actos Jurídicos Documentados), si te lo suben, pagas más. Y no hablamos de 10 o 20 euros, a veces son miles.
¿Qué impuestos se ven afectados?
- Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP): Se paga cuando compras una vivienda de segunda mano. Lo calcula cada comunidad autónoma, y se basa en el valor real de la vivienda. Si Hacienda cree que es mayor, te puede mandar una liquidación complementaria.
- Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD): Se paga cuando alguien hereda o recibe una donación. El valor que se declara debe ser real, pero como el mercado inmobiliario va a su ritmo, muchas veces lo que dice Hacienda no se ajusta a la realidad.
- Impuesto sobre el Patrimonio: Este afecta a gente que tiene muchos bienes. Aquí también puede haber discrepancias sobre el valor que se le da a las propiedades.
- Plusvalía Municipal: Aunque no depende directamente del valor de mercado, puede haber ajustes si Hacienda cree que el valor escriturado no es el correcto.
¿Por qué Hacienda pone un valor más alto?
Porque tiene sus propios métodos para calcular el valor de los bienes. Usan lo que llaman valor de referencia catastral o hacen comprobaciones de valores con sus propias fórmulas. El problema es que muchas veces están desactualizados o no reflejan el estado real del inmueble.
Por ejemplo: si compras un piso antiguo y medio destrozado por 80.000 €, Hacienda puede decir que vale 120.000 € solo porque en esa zona los pisos similares se venden por eso. Pero no tienen en cuenta que el piso necesita una reforma integral o que no tiene ascensor.
Y claro, tú te comes un sablazo.
¿Qué puedes hacer si pasa?
Algunas personas pagan para evitar líos; otras, intentan recurrir por su cuenta.
Pero lo más eficaz es presentar una tasación contradictoria.
Paso a paso:
- Recibes la notificación de Hacienda: Te dicen que han comprobado el valor y que debes más impuestos.
- Decides no estar de acuerdo: Tienes un plazo (normalmente un mes) para reclamar o presentar alegaciones.
- Pides una tasación contradictoria: Tú llevas tu valoración hecha por un perito profesional. Tiene que ser un técnico competente (un arquitecto, un ingeniero, etc.), y debe firmar un informe con todos los detalles.
- Hacienda revisa tu tasación: Puede aceptarla y anular su valor inicial (y tú te libras del pago extra), o puede decir que no está de acuerdo.
- Si no hay acuerdo, entra en juego un tercer tasador: Es una especie de árbitro imparcial. Lo elige el colegio oficial que toque (dependiendo del tipo de bien). Y lo que diga este perito es lo que vale. Si te da la razón, genial. Si no, tendrás que pagar lo que diga él (aunque a veces es menos de lo que pedía Hacienda al principio).
¿Merece la pena meterse en eso?
Depende del caso, pero muchas veces sí. Imagina que Hacienda te dice que tu piso vale 150.000€, pero tú lo compraste por 100.000€ y tienes pruebas de que ese es su valor real.
- Si aceptas su valor, pagas el impuesto sobre 150.000€.
- Pero si presentas una tasación que lo baja a 100.000 €, el ahorro puede ser de varios miles de euros.
Eso sí, hay que tener en cuenta que todo este proceso tarda, a veces meses, y tienes que adelantar el coste del perito. Pero si la diferencia es grande, compensa y mucho.
¿Y qué pasa si pierdes?
Si el tercer tasador pone un valor incluso más alto que el de Hacienda (raro, pero puede pasar), pagas sobre ese último valor. Además, pagas los honorarios del tasador.
Es un riesgo pequeño, pero existe y hay que saberlo. Por eso es importante que la tasación que presentes sea buena y realista.
¿Se puede hacer todo esto solo?
Tasaciones en Alicante, tasación pericial contradictoria en Alicante con respaldo técnico, no nos recomienda hacerlo. Poder se puede, pero nos explican que existen muchos pasos, plazos y papeleo, y que la tasación debe estar bien hecha para que salga como tiene que salir. Si cometes un solo error, por pequeño que este sea, pierdes la oportunidad… y Hacienda no perdona.
Por eso hay empresas especializadas en esto, como ella, que se encargan de todo: del papeleo, de la tasación, de los plazos y hasta de la reclamación completa. Tú les das la información, ellos hacen el trabajo. Y si ganan el caso, te ahorras un buen dinero.
¿Cómo funciona este servicio?
- Les cuentas el caso: qué compraste, cuánto pagaste, qué te dice Hacienda.
- Te dicen si merece la pena reclamar o no.
- Si vas adelante, ellos encargan al perito, preparan la documentación y presentan la tasación.
- Te informan de cada paso y gestionan todo hasta que se resuelva.
Suelen cobrar un precio cerrado o una parte del ahorro conseguido, según la empresa. Y, como están especializados, saben cómo plantearlo bien. Además, se aseguran de que todo esté dentro de plazo y no se te pase ningún detalle.
¿Cuánto cuesta una tasación contradictoria?
El precio varía, pero una buena tasación puede costar entre 250 y 600€, según el tipo de bien y la zona. El perito tercero (si hace falta) también cobra, y eso puede estar entre 200 y 400€. Si ganas, te ahorras mucho más. Pero si pierdes, lo pagas tú.
Por eso, muchas personas prefieren ir con empresas que solo te cobran si ganan, o te lo dejan claro desde el principio. Ellos mismos te dirán si vale la pena o no.
¿Cuánto tiempo tarda todo esto?
Depende. Puede tardar desde unos pocos meses hasta más de un año, sobre todo si hay perito tercero. Pero mientras se resuelve, no tienes que pagar la liquidación de Hacienda. Se suspende hasta que haya decisión final.
Eso sí, si pierdes, tendrás que pagar con intereses.
¿Y si no quiero líos?
Hay gente que decide pagar directamente. Si la diferencia es pequeña, puede que no compense.
Pero si son miles de euros, al menos merece la pena consultar. Hay muchas empresas que te hacen un estudio gratuito y te dicen si tiene sentido reclamar.
Consejo final
Si te llega una carta de Hacienda diciendo que tu casa o el bien que has comprado, heredado o recibido “vale más” de lo que declaraste, no te agobies. Es más común de lo que parece y no siempre tienen razón. Muchas veces se basan en cálculos genéricos o valores de referencia que no tienen en cuenta el estado real del inmueble. Lo importante es no pagar sin revisar.
Puedes presentar una tasación contradictoria y defender tu valoración, y no tienes que hacerlo solo: hay empresas que se encargan de todo el proceso por ti, desde el informe técnico hasta los trámites con Hacienda. Te dicen si merece la pena reclamar, cuánto podrías ahorrar y lo gestionan todo. Así evitas líos y te aseguras de que no te cobren de más.
Reclamar es legal, es tu derecho, y puede salirte muy bien si lo haces a tiempo y con ayuda profesional.