Dar de baja a un empleado es una gestión que todo empresario tiene que hacer en algún momento de su etapa laboral. Es una tarea que requiere tiempo y dedicación, ya que hay que considerar aspectos tanto legales como éticos.
Para empezar, hay que definir el concepto de despido. Este hace referencia a la finalización de una relación laboral entre el empleador y el empleado. Esta finalización puede deberse a varios motivos. Bien porque se ha acabado el contrato, porque se ha incumplido alguna obligación o porque la empresa necesita un cambio de estructura organizativa interna, entre otros.
El despido no es fácil, no solo por lo que supone a nivel legal, sino por los efectos que tiene en el empleado despido y en los compañeros, así como en el ambiente de trabajo. Es importante para llevarlo a cabo conocer y llevar con sensibilidad y justicia el proceso.
Tipos de despido
Existen varias categorías de despido. Cada una de ellas se diferencia por la circunstancia que provoca el despido así como por sus sus propias características.
El despido puede clasificarse como despido justificado por causa, despido injustificado, despido disciplinario, entre otros. Cada tipo tiene implicaciones únicas, y la elección entre ellos depende de la situación específica que lleva al despido. Dependiendo del tipo que sea la estrategia y proceso legal para que se efectúe puede variar.
Cualquier despido está sujeto a una serie de leyes y regulaciones que varían según la jurisdicción y la naturaleza del empleo. Los aspectos legales del despido abarcan desde notificaciones al empleado hasta el pago de indemnizaciones, en aquellos casos en los que es necesario.
Es importante para los empleadores estar al tanto de las normativas laborales aplicables y seguir los procedimientos legales para evitar posibles consecuencias legales y garantizar la equidad en el trato a los empleados.
Procedimiento para el despido
El proceso de despido es una etapa delicada que generalmente se lleva a cabo desde el departamento de recursos humanos. Es un procedimiento que implica una preparación meticulosa, conocer y justificar las causas del despido, mantener una comunicación efectiva y gestionar la finalización contractual, respetando bajo cualquier circunstancia los derechos y las normativas laborales.
Llevar a cabo el proceso de manera justa y ética es clave para proteger tanto los intereses de la empresa como los derechos del empleado.
Preparación del despido
Una vez tomada la decisión de despedir al empleado hay que buscar el respeto hacia el afectado. Es más, es conveniente que antes de iniciar el proceso, hacer una evaluación del desempeño para tener justificación del despido. Tanto por el bien de la empresa como del empleado que va a ser despedido.
Consiste en comprobar el rendimiento del empleado a través de una revisión objetiva del desempeño del empleado. Se realiza de forma subjetiva comprendiendo cuáles han sido sus actitudes y si ha cumplido o no con los objetivos marcados.
Hay que tener en cuenta que según la causa del despido, las políticas internas pueden verse afectadas. Principalmente en aquellos casos en los que el despido se debe al incumplimiento de dichas políticas.
En cambio, en situaciones de reestructuración o cambios en la organización, la preparación implica comunicar de manera transparente los motivos detrás de la decisión y ofrecer datos e información clara al empleado.
Una vez completada la evaluación y con documentación que justifique el despido hay que crear un plan de acción.
Comunicación del despido
La segunda fase de todo proceso de despido es la comunicación al empleado. Es importante ser empático y mostrar sensibilidad ante la situación. Hay que ser claro con el empleado.
La comunicación de cualquier despido empieza con lo que se conoce como entrevista de despido. Se trata de una conversación directa y privada entre el empleado y el empleador. En esta conversación el empleador debe explicar de forma clara y directa las razones del despido. Mostrando en la medida de lo posible datos e información que avalen la causa del despido.
Aunque la situación pueda ser difícil, es importante mostrar empatía y ofrecer apoyo al empleado puede ayudar a mitigar el impacto emocional de tal noticia. En este momento de tensión también hay que ofrecer información sobre recursos disponibles, como asesoramiento profesional o servicios de transición laboral.
Una vez dada la noticia, el empleador tiene que documentar todos los aspectos de la comunicación del despido, desde la notificación inicial, que es la carta de despido, como cualquier situación que se pueda dar a consecuencia. Este tipo de documentos es importante porque sirven de protección tanto para el empleador como para el empleado en caso de disputas futuras.
Después de la entrevista de despido, se debe comunicar el cambio a los demás miembros del equipo de manera adecuada y respetuosa. Lo más adecuado es que se produzca la comunicación por parte de las dos partes a la vez. Pues es una manera efectiva de reducir las consecuencias y el impacto que supone el despido al resto de compañeros y a la empresa.
Finalización del contrato
La finalización del contrato es la última fase del proceso de despido. Debe gestionarse de tal manera que se garantice el cumplimiento de todas las obligaciones legales y contractuales.
- Notificación y plazos. Dependiendo de las leyes laborales y los términos del contrato, se debe proporcionar una carta de despido al empleado antes de la fecha de finalización. Esta puede variar según la duración del empleo y la causa del despido. Por lo que es aconsejable solicitar asesoramiento laboral y contable para conocer las últimas normativas al respecto. Como adelantan en Serrador, Cerdá & Gil Orozco, abogados especialistas en Derecho Bancario en Valencia, en estos casos es importante “personalizar nuestro asesoramiento y enfoque para tu situación específica”.
- Liquidación y beneficios. La liquidación y cualquier beneficio pendiente del empleado. Tales como vacaciones no disfrutadas o bonificaciones, deben calcularse y pagarse de acuerdo al contrato, así como en función de los requisitos legales y contractuales.
- Entrega de documentos. Es la fase en que el empleador entrega la documentación al empleado como el certificado y la carta de recomendación. De gran utilidad para facilitar el acceso a nuevas oportunidades laborales.
- Recursos de la empresa. Durante esta fase, se deben recuperar todos los recursos de la empresa que había facilitado al empleado. Estos recursos son: las tarjetas de acceso, dispositivos electrónicos o cualquier propiedad de la empresa.
Consejos para el empresario
Gestionar una empresa no es sencillo. Requiere conocimiento y autoexigencia para enfrentarse a los desafíos como el despido de empleados. Algunos consejos que puede seguir un empresario a la hora de llevar a cabo los despidos son:
- Realizar una evaluación exhaustiva de la situación antes de tomar la decisión.
- Llevar a cabo una comunicación clara y directa para informar al empleado de las razones que justifican su despido.
- Ser empático con el empleado. Hay que ponerse en su situación. No es de agrado ser despedido y además, puede tener consecuencias a nivel personal.
- Mantener la confidencialidad en todo momento. Es decir, no compartir detalles del despido salvo que sea necesario para la gestión del equipo o porque el empleado así lo desee.
- Asegurar el cumplimiento de normativas legales y contractuales relacionadas con el despido.
- Documentar cada paso del proceso de despido, desde las evaluaciones de desempeño hasta la notificación y cualquier comunicación posterior.
- Gestionar las emociones del empleado despedido mediante la escucha activa, la proporción de recursos de apoyo o los beneficios post-despido, como el acceso a la asistencia médica o cualquier programa de apoyo adicional que pueda estar disponible.
Consejos para el empleado
Un despido tiene más repercusión en el empleado que en el empleador. No es fácil enfrentarse a un despido y menos, cuando a priori no existe ninguna causa. Como empleado hay que estar preparado por si sucede y hay que tener las herramientas necesarias para enfrentarse a ello. En estos casos es importante mantener una actitud positiva y pensar en lo positivo a largo plazo.
Para afrontar un despido como empleado ten cuenta los siguientes consejos:
- Permítete sentir y procesar las emociones asociadas con el despido. No es una noticia positiva y es normal que el primer momento sea de bloqueo o shock.
- Pensar en las consecuencias económicas no es favorable, pero es normal pensar en los recursos financieros. Probablemente exista un colchón económico que permite estar durante un tiempo en paro mientras se busca otro trabajo.
- Aprovecha en la medida de lo posible los recursos que ofrece la empresa en caso de despido asesoramiento profesional y talleres de búsqueda de empleo.
Es importante iniciar la búsqueda de empleo lo antes posible. De esta manera el impacto del despido es menor. Tanto a nivel económico como emocional. Para ello, ten en cuenta estos consejos:
- Actualiza tu currículum. Busca formatos llamativos e inclúyelo en plataformas digitales de búsqueda de empleo.
- Participa en eventos que te permitan conocer a gente y realiza actividades de networking para ampliar la red de contactos.
- Haz una investigación sobre empresas que estén buscando perfiles como el tuyo.
- Fórmate. Aprovecha el tiempo sin empleo para adquirir nuevas habilidades y mejorar las existentes.