Hay situaciones que pueden ocasionarnos grandes dosis de ansiedad y estrés. Son situaciones para las que muchas veces no estamos preparados y que se presentan de una manera inesperada por completo. El ser humano, por muy endurecido mentalmente que se encuentre, puede padecer esas dosis de estrés y ansiedad y resultar perjudicado por ellas y por las consecuencias de aquella situación que acabe de padecer. Sin duda, la situación que se deriva de un accidente de tráfico puede ser una de las que nos genere una tensión tan grande como la que no padecemos día a día en el trabajo, por ejemplo.
Como es lógico, no es agradable sufrir un accidente de tráfico. Todos y todas lo sabemos de primera mano y somos perfectamente conscientes de todo lo que puede englobar un problema de este tipo. Supone un peligro para nuestra vida y para la de las personas que nos acompañan en el vehículo. Hay muchos tipos de accidentes y hay que procurar evitarlos a toda costa. Como dicen en las autoescuelas cuando nos estamos sacando ese permiso B para conducir turismos, todos los accidentes de tráfico son evitables de alguna manera, ya sea teniendo más precaución al volante o llevando un mantenimiento mucho más correcto de nuestro vehículo. El factor humano en la siniestralidad, por cierto, es el que más responsabilidad tiene.
¿Cuántos accidentes de tráfico en carretera hay en el interior de nuestras fronteras? Lo hemos podido conocer gracias a un estudio desarrollado por el portal web Statista que recoge datos desde el año 2011 hasta el 2022. Podemos ver cómo, a lo largo de la década pasada, el número de accidentes fue creciendo hasta pasar de los 83.000 accidentes en 2011 hasta superar los 100.000 en 2019. La situación solo mejoró en un año 2020 en el que la pandemia limitó de un modo más que considerable los desplazamientos en carretera. Eso sí: en el año 2022, el primero en el que se pudo recuperar la normalidad tras el coronavirus, las cifras de accidentes en carretera volvieron a caer por debajo de los 100.000. Aun así, conviene que tengamos cuidado cuando estemos en carretera. Nuestra vida está en juego.
No nos movemos del portal web Statista porque queremos analizar ahora la mortalidad que se deriva de esos accidentes de tráfico en España desde el año 2006 hasta 2022. Se observa, en este caso, una evolución a mejor. Y es que el dato relativo al primero de esos años, con más de 4.000 muertos, es horrible. En el último de los años de esa serie, nos encontramos con una cifra de 1.815 muertos. Está claro que sigue siendo una cifra alta y que tenemos que seguir trabajando en todo lo que tenga que ver con la prevención de los accidentes de tráfico.
Muchos expertos en esta materia coinciden en señalar que la entrada en vigor del carnet por puntos que tuvo lugar en la primera década de este siglo fue una de las cuestiones que más ha contribuido a lo largo de los años a que se reduzca la mortalidad. Sin embargo, vemos que los datos se sitúan lejos de ser residuales y que hay mucho en lo que trabajar todavía. Lo principal, lo que puede hacer que los datos sean mucho mejores de lo que son, es que la conciencia de cada uno sea lo suficientemente grande como para no cometer imprudencias de ningún tipo. Eso es lo que nos va a permitir reducir accidentes y fallecidos, que a fin de cuentas es lo que importa.
Aunque el accidente de tráfico que padezcamos sea leve, los problemas que nos puede ocasionar y las molestias derivadas de ello sí que nos van a poder afectar. Cuando se produce un pequeño choque y los coches sufren daños, toca analizar de qué manera podemos solucionarlos y, sobre todo, determinar la responsabilidad. En estos párrafos, los miembros de Antolín Abogados, un gabinete de abogados situado en Burgos, nos hablan de su experiencia en lo que respecta a sucesos como los que acabamos de mencionar:
- Lo primero que nos indican es que una de las cuestiones más solicitadas es la que tiene que ver con las indemnizaciones por lesiones, incapacidad, secuelas o fallecimiento, algo lógico y normal puesto que las personas que sufren accidentes si haberlos provocado pueden ver mermada su capacidad para realizar algunas actividades por unos meses de su vida. Incluso pueden tener que dejar de trabajar como consecuencia de este suceso.
- La indemnización por daños materiales no se queda atrás ni mucho menos. Un accidente siempre ocasiona una serie de destrozos en los vehículos y, una vez que se ha producido el choque, comienza un proceso en el que hay que determinar cuál de los coches ha sido el responsable del problema y empezar a valorar posibles consecuencias y quién paga los desperfectos.
- Por desgracia, las reclamaciones ligadas a accidentes ocasionados directamente con el alcohol también son numerosas. Estamos ante un problema al que se le debe poner solución mediante, a nuestro juicio, un endurecimiento de la ley y de las penas para las personas que provoquen accidentes cuando se ponen al volante superando la tasa de alcohol permitida.
Un suceso que también provoca consecuencias psicológicas
Antes hablábamos de las indemnizaciones por lesiones, incapacidad, fallecimiento… que son ocasionadas por un accidente de tráfico. Decíamos en ese punto que una persona puede tener que dejar de trabajar a causa de esas lesiones… y aquí también podemos incluir todo lo que tiene que ver con las consecuencias psicológicas ocasionadas por el accidente.
En ese punto entran esa ansiedad y estrés de las que hablábamos en el primer párrafo. No cabe la menor duda de que una situación como el accidente, por lo inesperada que resulta y por los daños que sabemos que puede ocasionar, nos genera una incomodidad muy grande. Sentimos que nuestro corazón late desbocado en el pecho, que se nos cae el mundo. Se trata de algo lógico y normal.
Pero no solo durante el momento en el que se produce el accidente se puede pasar por una situación psicológica delicada. Días o semanas después de un accidente podemos tener consecuencias psicológicas derivadas de un accidente. E incluso durante toda la vida. Una vez que sufrimos un accidente, podemos desarrollar un miedo al encontrarnos delante del volante y es posible incluso que eso afecte a nuestra manera de conducir. No es una situación fácil de gestionar y la verdad es que estamos seguros de que todos y cada uno de vosotros y vosotras conocéis a alguien que ha pasado por una situación como esa, si es que no sois vosotros mismos quienes la padecéis.
Muchas veces, no hace falta que tengamos nosotros el problema para que desarrollemos ese tipo de consecuencias. Puede haber situaciones en las que una persona de vuestro entorno haya fallecido en un accidente de tráfico provocado en las circunstancias que sean. Eso os puede causar tanta sensación que os afecte incluso a vosotros y vosotras mismas al conducir y al acordaros de esa persona. Porque eso es completamente lógico. A fin de cuentas, acordarse de esa persona a la que tanto habéis querido cuando subís al coche sabiendo que ella murió o padeció un grave accidente dentro de un aparato de similares características nos puede pasar, y nos pasa, a cualquiera.
Si sois una persona cercana a otra que ha sufrido un accidente de tráfico en algún momento de su vida, debéis tener la máxima de las paciencias con ella puesto que supera un trance como este nunca ha sido sencillo con independencia de la gravedad que pueda haber supuesto. Lo lógico es que esa persona haya tenido que pasar por el psicólogo para intentar conocer técnicas que le permitan olvidarse lo más rápido posible de una situación tan traumática como la que supone un accidente. Es algo que es habitual entre personas que han pasado por esto. Nadie es menos que nadie por haber tenido que solicitar los servicios de un profesional de la psicología para superarlo. De hecho, es algo que deberíamos hacer todos y todas, que no os quepa duda alguna al respecto.
La prevención es lo que siempre debemos valorar y poner de manifiesto cuando vamos al volante. Podéis pensar en algún momento que los profesores y profesoras de autoescuela son muy pesados con este tema, y que la Dirección General de Seguridad dice obviedades, pero lo cierto es que todos los mensajes que nos envían unos y los otros tienen su importancia, sobre todo en aras de concienciar a la gente en relación a la necesidad que existe de cuidar de la integridad física propia y de la del prójimo. Tenedlos siempre en cuenta. Os podréis evitar muchos problemas relacionados con vuestro propio cuerpo… y también con los trámites que tienen que venir después. Se vive mejor teniendo precaución en todos los ámbitos de la vida. Tanto a corto como a largo plazo, es la mejor estrategia para disfrutar de nuestra existencia al máximo.