Nuestra casa es nuestro refugio. El lugar en el que nos reponemos del ajetreo diario. Nos gusta estar cómodos en casa. Si podemos, colocamos en ella una piscina, un jacuzzi o un pequeño gimnasio. ¿Y por qué no una sauna? Es más sencillo de lo que parece.
En Finlandia, las saunas son toda una institución. Muchas casas unifamiliares disponen de su propia sauna. A ella acude toda la familia. Entre otras cosas, la sauna contribuye a relajarse. También encontramos saunas en bloques de pisos. Los vecinos se turnan para usarla. Su mantenimiento está incluido en los gastos comunitarios, como la limpieza de la escalera o la revisión del ascensor.
La popularidad de las saunas se ha extendido por todo el mundo. Ahora no solo encontramos saunas en spas y en centros de belleza. En muchas casas particulares, sus propietarios se han decidido a instalar una para uso personal. Es el caso de Ramón, que colocó una sauna en su casa de la sierra.
Ramón trabaja en Madrid, en el departamento informático de una multinacional. Cuando no hay tareas que atender, trabaja por objetivos. Una vida estresante. Pasa todo el día fuera de casa, corriendo de un sitio para otro. Se compró un chalet en la sierra de Madrid para poder escapar de la vorágine de la gran ciudad. Cuando llega a su casa no quiere pensar en lo que ha dejado atrás. Quiere descansar y relajarse.
Descubrió las saunas en un spa al que acudió con una amiga un fin de semana. Después de pasar 10 minutos en la sala caliente de la sauna y darse una ducha de agua fría, quedó maravillado. Se quedó como nuevo. Un día, navegando por internet, descubrió que algunas personas instalaban saunas en casa. Investigando, dio con Saunas Luxe, una empresa de Ávila que lleva más de 40 años fabricando e instalando saunas por encargo. Ellos instalaron la sauna en un rincón del sótano de la casa. Una zona que tenía desaprovechada.
No hace falta tener un chalet en la sierra, como Ramón, para poner una sauna en casa. La sauna puede ser tan grande o pequeña como queramos. Te explicamos en este artículo por qué es interesante tenerla y algunos consejos para instalarla.
Beneficios para la salud.
Dice un artículo publicado en el diario.es que la sauna mejora nuestra salud cardiovascular. Tomar con frecuencia baños de sauna reporta los mismos beneficios que salir a caminar o montar en bicicleta una hora al día. Favorece que la sangre llegue a todos los rincones de nuestro cuerpo y previene futuros accidentes cardiacos. Pero la sauna tiene más beneficios para nuestra salud. Estos son algunos de ellos:
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- Relajación muscular: La sauna produce una sensación de calor que relaja los músculos y alivia la tensión. Esto puede ser especialmente beneficioso después del intenso ejercicio físico o para aquellos que sufren de contracturas musculares.
- Eliminación de toxinas: La transpiración durante una sesión de sauna ayuda a liberar toxinas y metales pesados a través de la piel. Esto puede contribuir a una desintoxicación suave del cuerpo.
- Alivio del dolor: La exposición al calor en la sauna reduce el dolor en articulaciones y músculos, siendo beneficioso para personas con artritis u otros problemas musculares.
- Limpieza de la piel: La sauna puede ayudar a limpiar la piel de varias maneras. Cuando sudas, los poros se abren y permiten la liberación de sebo, células muertas y otros residuos que pueden obstruir los poros y dar lugar a problemas como el acné. La sudoración también puede eliminar las toxinas acumuladas en la piel, lo que puede mejorar su apariencia y salud en general. La limpieza de la piel en la sauna puede dejarla más fresca y radiante.
- Relajación mental: La sauna no solo relaja el cuerpo, sino también la mente. El ambiente cálido y tranquilo de la sauna es propicio para la relajación mental. Al sumergirte en el calor y el silencio, puedes experimentar una sensación de calma y reducción del estrés. Esto puede ayudar a aliviar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Además, la relajación mental en la sauna puede mejorar la calidad del sueño, ya que te permite desconectar y liberar tensiones acumuladas durante el día. En definitiva, la sauna es un espacio propicio para el bienestar mental y emocional.
Estas son razones más que suficientes para plantearnos la colocación de una sauna en casa.
Consejos para instalar una sauna en casa.
La sauna se puede colocar en cualquier sitio que podamos cerrar por medio de paredes de madera. Dejando una estancia que pueda alcanzar altas temperaturas. La sauna finlandesa forma parte de un protocolo de cuidado personal, en el que la sesión en la habitación de calor se completa con una ducha fría para eliminar el sudor y reactivar la circulación sanguínea. Podríamos poner la sauna, si quisiéramos, en un pasillo, en una habitación, en un sótano o en un desván, pero es interesante que esté cerca de una ducha para completar el tratamiento.
Estos son otros consejos que nos propone el blog pisos.com para tener en cuenta antes de instalar una sauna particular:
- Elegir bien en el material. Una sauna es una habitación completamente recubierta de madera en las 4 paredes, el suelo y el techo. De forma que se pueda conservar bien el calor en su interior. Por tanto es necesario buscar una madera que sea resistente al calor, que no se astille y que no segregue resina. Para ello se suelen emplear láminas de álamo común o de un árbol procedente del Canadá llamado
- La habitación debe quedar bien cerrada. Una sauna finlandesa alcanza una temperatura de entre 70 y 100 grados centígrados. La clave para poder mantener el calor se basa en que la sala se encuentra herméticamente cerrada. A la sauna se accede por una puerta igualmente de madera. Debemos asegurarnos de que la puerta cierra bien y no deja salir el calor al exterior. En ocasiones, para ventilar la sala, en la sauna se puede colocar una pequeña ventana que dé al exterior. Esta debe ser de PVC y abrirla solo cuando no se esté utilizando la sauna.
- Tiempo y temperatura. Para que la sauna sea efectiva, se debe mantener la temperatura de forma constante. Las saunas modernas funcionan con una estufa eléctrica o con rallos infrarrojos. El sistema de calefacción cuenta con un termostato que se puede colocar fuera de la sala o en el interior. También es interesante disponer de un termómetro de mercurio dentro de la sauna, que nos indicará con precisión la temperatura y de un reloj de arena, para no permanecer en el interior más tiempo del indicado. Lo adecuado para una sesión de sauna es de 15 minutos. No es recomendable permanecer más de 20 minutos seguidos.
- Colocar una puerta o ventana de cristal para eliminar la sensación de claustrofobia. Al estar todo el interior de la sala recubierta de madera, puede generar sensación de agobio. Cosa que se acentúa aún más con el calor. Para disipar esa impresión, es bueno que la puerta de acceso sea de cristal o colocar una ventana que dé al exterior. Es importante asegurándonos siempre de que el espacio se queda cerrado completamente.
Cómo se fabrica.
Las saunas se fabrican a medida y se instalan in situ. Es un trabajo personalizado realizado por carpinteros. Para tener una sauna de calidad, la instalación debemos dejarla en manos de personal cualificado.
El primer paso, antes de fabricar la sauna, es medir con precisión toda la superficie que va a abarcar. Es necesario conocer de antemano el ancho y alto de cada pared, el del suelo y el del techo. Y tener previsto donde se va a colocar la puerta.
En el taller, los operarios preparan los paneles de madera, que posteriormente se llevan a la casa y se instalan. La cobertura de madera va atornillada. Tanto entre sí como don las paredes del edificio. Nunca se encola, ya que el calor desactiva el pegamento.
El siguiente punto es colocar la estufa eléctrica. Se debe instalar en un lugar que permita que el calor se distribuya de forma uniforme. Lo adecuado es hacerlo en el centro, sin embargo, por problemas de espacio, en ocasiones se opta por aproximarla a una pared. La estufa debe ser resistente, ya que sobre ella se calientan unas piedras, que al introducirlas en un cubo con agua liberan chorros de vapor que humedecen el ambiente.
Por último se instalan unos bancos de madera, construidos también de madera de álamo, formando generalmente una grada a diferentes alturas, para soportar mejor los efectos del calor. Cuanto más alto esté el banco en el que nos sentemos, menos calor recibimos.
Es importante tener una ducha cerca para cuando salgamos de la sauna. Si esta no existe, es bueno plantearse instalarla.
Instalar una sauna en casa es más sencillo de lo que a priori nos podría parecer y más económico que colocar un gimnasio perfectamente equipado. Sus beneficios para nuestro bienestar son considerables. Algo que vale la pena valorar.