Una de las decisiones que debe tomar cualquier empresa es ¿cómo visto a mis trabajadores?, ¿qué ropa de trabajo han de llevar? No es un tema tan superficial como podría parecer a simple vista. La ropa de trabajo puede evitar muchos accidentes y contribuye a crear una imagen corporativa. La solución más fácil es vestirlos como la competencia, pero cambiando el color y desde, luego, el logo. Pero, ¿es lo más adecuado? Te comentamos algunas cuestiones que debes valorar para encargar la ropa de trabajo.
En casi ningún trabajo se trabaja con ropa de calle. Se lleva una indumentaria que facilita la actividad laboral. Unas veces por necesidad, la ropa de casa no es la adecuada, puede obstruir las tareas que vamos a realizar, y otras veces para no contaminar el ambiente de trabajo: centros sanitarios, industria alimenticia, etc.
Las empresas además han descubierto que la ropa laboral es un poderoso medio de publicidad. Recuerdo una cadena de ferreterías de Mallorca en la que estuve trabajando durante un año. Mi uniforme de trabajo parecía una valla publicitaria. En la parte de delante, del llamativo polo rojo, llevaba el logo de la empresa, y a la espalda tenía impreso todos los servicios que ofrecíamos. Mi encargado me decía que no me quitara la ropa cuando fuera a comer o si salía un momento a tomar un café. Quería que la gente me viera.
Hoy la ropa de trabajo es variada y personalizable. Lo puedes percibir echando un vistazo a cualquier tienda especializada. Como Unicat, una tienda online mayorista de ropa laboral, con sede en Albal (Valencia) donde ojeando su catálogo web puedes percibir la gran variedad de uniformes que existen. En el caso de la hostelería es impresionante. A mí me ha llamado la atención. Encuentras indumentarias para personal de sala que en otra época hubiera parecido que eras un cliente y no el camarero. Pero es que ahora lo que impera es la diferenciación.
Veamos algunas cuestiones que has de tener en cuenta para encargar la ropa laboral.
Necesidades del sector.
Es importante atender a las características del sector y del puesto de trabajo. En los trabajos cara al público prima ofrecer una imagen pulcra. El uniforme además transmite un mensaje. Lo podemos ver en la ropa de trabajo de El Corte Inglés y de Leroy Merlin. En El Corte Inglés los dependientes visten con traje de chaqueta y corbata. Solo el uniforme ya está transmitiendo una idea de calidad y de exclusividad.
En cambio, los dependientes de Leroy Merlin visten como si fueran mozos de almacén u operarios de fábrica. La razón es dar una impresión de proximidad al cliente, el cual acude allí para comprar material de trabajo. La imagen del personal de tienda inspira la confianza de que vas a hablar con un experto en la materia. Nadie conoce mejor las herramientas industriales y de bricolaje que los trabajadores que las utilizan.
Un capítulo aparte lo representa el sector sanitario. Con independencia del trabajo que se realice, la ropa debe ser cómoda y holgada, para no limitar la capacidad de movimiento, y fácilmente desinfectable, para no transmitir virus y bacterias.
Comodidad y durabilidad.
Las camisetas polo de algodón se han convertido en una de las prendas más utilizadas en el vestuario laboral. La razón principal la encontramos en su comodidad. Es una prenda fácil de poner y quitar, que queda bien con casi cualquier uniforme y que es transpirable. La posibilidad de adquirir polos de manga corta y de manga larga, resuelve, en gran medida, el problema de la ropa de invierno y de verano, sin alterar sustancialmente el uniforme.
La ropa de trabajo debe ser resistente y soportar la limpieza continua. Por lo general, la ropa laboral se lava, como mínimo, una vez a la semana. Los trabajadores suelen tener dos uniformes iguales que van alternando para estar vestidos con ropa limpia en todo momento.
Esta ropa se va a ensuciar inevitablemente, pero ha de quedar impoluta una vez salga de la lavadora.
Otra de las características que debe tener la ropa de trabajo es que debe proteger a los trabajadores de las condiciones climatológicas. En este sentido, prima la ropa ligera, pero de abrigo, impermeable a la lluvia, y que se pueda quitar con facilidad. Creando capas de ropa para que el trabajador se pueda adaptar con facilidad a los diferentes entornos de trabajo. Aquí encontramos anoraks, chalecos sin mangas, etc.
Imagen corporativa.
Como bien dice el portal de la agencia de noticias Iberianpress, el uniforme de trabajo contribuye a crear branding, marca de empresa. La ropa que llevan los trabajadores construye una marca corporativa fuerte y coherente.
Vestir a todos los trabajadores de una forma similar, empleando los colores corporativos, da la imagen de que la empresa cuenta con un equipo de trabajo disciplinado, cohesionado y profesional. No somos conscientes de la fuerza visual que tiene el uniforme.
Esta imagen se transmite tanto de cara al interior, como al exterior. A los trabajadores les transmite la idea de pertenencia. De formar parte de la empresa. Es como llevar el uniforme de un equipo de futbol. También refleja un principio de igualdad. Con el uniforme todos son iguales, nadie recibe un trato diferente. Aunque sabemos que en la realidad esto no es del todo así, el uniforme enrasa a todos por igual.
De cara el exterior, el uniforme da imagen de profesionalidad. Da igual que la empresa sea grande o pequeña. Si los trabajadores están uniformados, al cliente y al público, en general, les da la sensación de que está trabajando con una gran empresa. No es como aquel señor de antaño, vestido con un mono azul, que acudía a tu casa para arreglarte la lavadora.
Cada empresa busca un uniforme diferente. Algo que le permita diferenciarse de la competencia. El desarrollo de la impresión textil bajo demanda ha facilitado enormemente la personalización de las prendas de trabajo. Hoy se puede enviar a las tiendas de ropa laboral un archivo digital PNG y ellos te imprimen la imagen (que suele ser el logotipo o cualquier otra información adicional como los servicios que presta la empresa, el teléfono de contacto o la URL de la web), en todas las prendas que quieras y en el lugar escogido.
Seguridad.
La ropa de trabajo puede evitar algunos accidentes laborales y contribuye a crear espacios seguros.
En el sector industrial no son pocos los trabajadores que se han librado de un pequeño accidente gracias al uniforme que llevaban. Eso sí, este debe cumplir con una serie de características de seguridad determinadas, acorde con la especificidad del puesto de trabajo.
En la industria alimentaria, el uniforme, desinfectable, es una parte fundamental para mantener un espacio de trabajo esterilizado. Estamos hablando de un sector delicado, donde cualquier contaminación puede provocar problemas de salud pública.
Ni decir, tiene, lo importante que es el calzado de trabajo. Un calzado cómodo, con suela antideslizante, de gran agarre, que ha impedido, en muchas ocasiones, resbalones y caídas en los trabajadores.
Ahora, ante la pregunta de si el uniforme es un equipo de seguridad laboral, la web sobre industria cárnica Impotusa afirma categóricamente que no. Un uniforme puede contener elementos de seguridad laboral, pero nunca puede ser considerado un E.P.I.
Los E.P.I. son equipos de protección individual. Un equipamiento especial, formado por elementos de seguridad, que protegen al trabajador de determinados riesgos asociados a tareas que realiza en su trabajo.
Si un trabajador maneja sustancias químicas que emiten vapores, deberá ponerse una mascarilla especial que impida la inhalación de gases tóxicos cuando manipule estos productos. Si el trabajador trabaja en altura, deberá estar protegido por un arnés reglamentario anti-caídas. Si utiliza alguna herramienta de corte, deberá protegerse los ojos con unas gafas especiales para detener posibles impactos.
Es importante señalar que el uniforme no sustituye estas medidas de seguridad. Tampoco es su función. Si afirmamos que la ropa de trabajo es una herramienta de seguridad laboral, estaríamos echando en saco roto gran parte de los avances dados en materia de seguridad e higiene en el trabajo.
El coste.
Un criterio importante que se valora a la hora de adquirir la ropa de trabajo es el coste de la misma. Sin menospreciar los factores que hemos visto antes: la comodidad, la resistencia, la seguridad, las opciones de personalización; la empresa debe buscar soluciones económicas.
No debe olvidar que tiene que vestir a toda la plantilla. Este es un gasto que asume la empresa exclusivamente. La ropa de trabajo se deteriora con el tiempo. Por lo que debe prever el recambio de las piezas. En muchas empresas a los trabajadores se les entrega un uniforme nuevo cada año.
Esto lleva a las empresas a buscar proveedores fiables con unos costes que no representen un gasto excesivo. La inversión en ropa de trabajo es un gasto fijo de la empresa, como lo es el suministro energético o la entrada de materiales.
Por todo lo que hemos visto, adquirir la ropa de trabajo por parte de una empresa, no puede ser una decisión que se tome a la ligera.