Hay trabajos en los que existe una mayor peligrosidad que en otros. Seguro que todos tenemos en nuestra mente, una vez dispuesta esa primera frase, cuáles son los empleos que más riesgo entrañan para el cuerpo humano. Por un lado, habrá quienes imaginen una fábrica dedicada a la industria de la metalurgia. Por otro, los habrá que vean en la construcción uno de los peligros más grandes. Es precisamente este último sector del que os vamos a hablar en los párrafos que siguen a continuación. Y es que es una actividad en la que hay que desempeñarse con sumo cuidado.
La industria de la construcción ha necesitado una enorme regulación en materia de prevención de riesgos laborales. Es una necesidad que ha surgido con el tiempo y a medida que se iban desarrollando sentimientos en contra de todos esos peligros. Y es que han sido los propios trabajadores de la construcción los que han solicitado que se empiecen a tomar medidas para paliar todos estos peligros que, en muchos casos, se han llevado por delante vidas humanas y que han destrozado familias enteras. Estas situaciones no se pueden volver a repetir bajo ningún concepto.
De hecho, se siguen produciendo problemas como consecuencia de que hay quien todavía no trabajo bajo el paraguas de la Ley. Fijaos en lo que apunta una noticia publicada en la página web del diario Nueva Tribuna: en los 19 meses que comprendían el periodo de 2018 y los 7 primeros meses de 2019, en España habían muerto 186 personas que trabajaban para la industria de la construcción durante su jornada laboral, algo que pone de manifiesto que hay todavía mucho camino que recorrer en materia de protección de la salud de los trabajadores en el sector al que nos venimos refiriendo.
Otra noticia, publicada esta vez en la página web de El Independiente, informaba de que, tras la crisis económica (que, como ya sabéis, afectó sobre todo a la construcción), creció el número de muertes en el sector. De hecho, en la noticia que publica este medio se informa de que el crecimiento fue del 10%, un porcentaje que es como para ponernos nerviosos y para intentar cambiar la situación en una actividad que, desde luego, merece que los expertos en prevención de riesgos laborales le presten toda su atención. Y es que no es para menos.
La legislación en materia de prevención de riesgos laborales cada año es más dura para las industrias como la construcción. Y está bien que así sea. La protección de los trabajadores en entornos como estos debe ser lo primero y, desde luego, es necesario a rabiar. A causa de ello, son muchas las empresas que, en los últimos años, han empezado a trabajar en la obtención de todos los sistemas de seguridad posibles a fin de cumplir con los requerimientos de la Ley española y europea. Desde Traltur nos indican que las empresas constructoras ya no escatiman un ápice en lo que tiene que ver con la apuesta por elementos de seguridad para sus empleados.
Los beneficios de acciones como de las que venimos hablando los recibe toda la sociedad, no solo unas pocas personas. Hay que tener en cuenta que, por cada persona que muere en estas circunstancias, hay centenares a las que afectan las consecuencias psicológicas de una pérdida tan traumática. Hay familiares, amigos y compañeros de trabajo que sufren esas consecuencias psicológicas y que normalmente se enfrentan a cuestiones como lo son la depresión, la ansiedad o el estrés que se ocasiona después de acontecimientos tan trágicos como de los que venimos hablando.
Europa avanza en materia de protección de los trabajadores
La constitución de la Unión Europea ha implicado una serie de mejoras en materia de protección de los trabajadores que convierte a esta zona en una de las punteras en lo que tiene que ver con este asunto en todo el mundo. Y eso, desde luego, es una verdadera suerte para nosotros. Es evidente que los trabajadores de un sector como la construcción pueden darse por satisfechos con ello, aunque siempre será cierto el hecho de que es necesario no bajar la guardia en ningún momento y adaptarnos a las necesidades de cada momento.
No cabe la menor duda de que estamos en el buen camino y que, desde luego, estamos mejorando mucho en lo que tiene que ver con la seguridad de los trabajadores no solo en la construcción, sino en otros muchos sectores de producción e industrias. Eso habla muy bien de la evolución y desarrollo de una sociedad. Porque esa evolución y desarrollo no solo tiene que referirse a algo que esté ligado a la economía de una zona, sino a todos los aspectos que tengan que ver con la mejora de la vida, en general, de todas las personas que lo habitan.