Todo el mundo dice que, para ganar en calidad de vida y libertad, es idóneo disponer de un coche personal. Y la verdad es que esta es una realidad que podríamos considerar como prácticamente irrebatible. Todas las personas que sabemos conducir y que tenemos un coche a nuestra disposición somos plenamente conscientes de la enorme tranquilidad que eso nos aporta a la hora de planificar un viaje y las ventajas que todo eso conlleva. Y por eso andamos como locos por tratar de sacarnos el carnet cuanto antes y ponernos a trabajar cuando somos jóvenes. Lógico y normal.
En España, esa dependencia del automóvil está a la orden del día en muchos casos. Existen muchos lugares de difícil acceso en nuestra geografía y, en las zonas rurales, el transporte público deja mucho que desear. Por eso, son muchas las personas que terminan decantándose por transportarse a sí mismas a través del coche. Y es que no es para menos. De esta manera encontramos el modo de ahorrar tiempo, que es una de las cosas que más valor tienen en nuestra vida sin que a nadie le quepa alguna duda al respecto.
En relación a lo que comentábamos en el párrafo anterior, podemos decir que España es el cuarto país del mundo en número de coches por habitante, solamente superados por Italia, Alemania y Francia y superando de este modo a grandes potencias de la industria automovilística como lo son Estados Unidos o Japón. Se trata de datos que han sido recogidos por el diario El Economista y que, aunque datan del año 2010, todavía siguen siendo parecidos en la actualidad. Como vemos, es cierto que en España dependemos de una manera bastante importante de un coche para poder desplazarnos. Y eso sigue sin cambiar. Podéis mirar a vuestro alrededor para descubrirlo.
Sin embargo, ¿dónde compramos los coches los españoles? Nuestro país tiene una importante industria automovilística, pero lo cierto es que no todos decidimos confiar en ella. En cambio, sí que confiamos (y mucho, además) en una industria como la alemana. En el país teutón se produjeron, solo en el año 2019, 4’6 millones de vehículos de pasajeros, una cifra importante. Y esa cifra ha llegado a ser, hasta hace poco, de más de 5 millones. Está claro que la experiencia y la fiabilidad alemanas son argumentos muy importantes para apostar su industria del automóvil.
Cada año crece un poco más el porcentaje de coches que, aunque circulan en nuestro país, son comprados en un país extranjero, principalmente Alemania u Holanda. Es algo que, además, nos han confirmado los profesionales de Transportes Cars, empresa de transporte de vehículos y que, por causas de trabajo, suelen acudir bastante a dos países como los que os hemos mencionado. Todo indica que, además, va a seguir creciendo este hábito de cara a los próximos años en un país como lo es el nuestro.
Una cuestión que no es nueva
Los españoles llevamos comprando coches en Alemania desde que tenemos uso de razón, así que la cuestión que hemos estado comentándoos a lo largo de este artículo no es nueva. Lo que sí sorprende a muchas personas es que cada año sean más las personas que deciden poner sus miras más allá de nuestras fronteras a la hora de comprar un coche, más que nada porque los coches alemanes o los holandeses suelen ser más caros que los españoles. Los expertos apuntan que características como la fiabilidad son las que terminan decantando a mucha gente por poner su ojo en otro país para adquirir su vehículo.
Desde luego, es evidente que, en nuestro país, estamos satisfechos con los resultados de una acción como la que hemos comentado en el párrafo anterior. Si no fuera así, seguro que ese número de vehículos comprados en el exterior no hubiese seguido creciendo de la manera en la que lo ha hecho. La fiabilidad alemana o la holandesa es algo que realmente existe y que ha empujado a muchas personas a comprar su nuevo coche allí en función de los resultados que han podido comprobar en los vehículos de familiares o amigos que fueron producidos en dichos países.
Está claro que la industria española del automóvil todavía tiene margen de mejora. Pero se mantiene por detrás de algunas otras en lo que a Europa se refiere. Competir con ellas no es fácil, pero se puede conseguir. Además, en un mundo en el que están empezando a ganar terreno los vehículos ecológicos, es importante que las industrias automovilísticas empiecen a competir en esta materia, algo que puede volver a colocar a España en el mapa si se consiguen hacer bien las cosas. Estamos plenamente convencidos de que así será.