El 28 de mayo se celebra cada año el Día Internacional del Juego, y aunque asociamos la palabra juego con la infancia, jugar no tiene edad. El juego aporta múltiples y valiosos beneficios a quien lo practica, pues da rienda suelta a la imaginación, la emoción, la sana diversión, la socialización, favorece el manejo de emociones, la coordinación… Y la mejor forma de aprender es jugando, así lo ha reconocido la Real Academia Española (RAE) al mejorar su definición con una nueva entrada en la XXIII Edición del Diccionario de la Real Academia Española, al definir la palabra juguete como un objeto con el que los niños juegan y desarrollan determinadas capacidades, tanto físicas como psicológicas.
El Real Decreto 1205/2011, de 26 de agosto, sobre la seguridad de los juguetes, estable que se considera juguete a los productos diseñados o previstos, exclusivamente o no, para ser utilizados con fines de juego por niños menores de catorce años, y clasificando los juguetes en:
- Juguete de actividad. Juguete para uso doméstico cuya estructura de apoyo permanece inmóvil durante la actividad y que está destinado a que un niño practique alguna de las siguientes actividades: escalar, saltar, columpiarse, deslizarse, balancearse, girar, arrastrarse o trepar, o cualquier combinación de las mismas. Este tipo de juguetes se fabricarán de manera que se reduzca lo más posible el riesgo de aplastamiento o prendimiento de partes del cuerpo y de la ropa del niño, así como el riesgo de caídas, choques y ahogamiento. En particular, todas las superficies de los juguetes de actividad que sean accesibles para que uno o varios niños jueguen sobre ellas se diseñarán para soportar el peso de aquellos. Los juguetes de actividad llevaran la advertencia “solo para uso doméstico”.
- Juguete funcional. Juguete que funciona y se utiliza de la misma manera que un producto, un aparato o una instalación destinados a ser utilizados por adultos y que puede ser un modelo a escala de aquellos. Los juguetes funcionales llevarán la advertencia “Utilícese bajo la vigilancia directa de un adulto” e irán acompañados de instrucciones de uso.
- Juguete acuático. un juguete destinado a ser utilizado en agua poco profunda y que es capaz de transportar o soportar a un niño en el agua. Estos juguetes destinados a ser utilizados en el agua llevarán la siguiente advertencia “Utilizar solo en agua donde el niño pueda permanecer de pie y bajo vigilancia de un adulto”.
- Juego de mesa olfativo. Juego que tiene por objeto ayudar al niño a que aprenda a reconocer distintos olores o sabores.
- kit de cosméticos. Juguete que tiene por objeto ayudar al niño a aprender a fabricar productos como fragancias, jabones, cremas, champús, espumas de baño, esmaltes, barras de labios, maquillaje, dentífricos y suavizantes. Los cosméticos de juguete, tales como cosméticos para muñecas no podrán contener fragancias alergénicas, tales como por ejemplo aceite de quenopodio, alcohol de ciclamen, maleato de dietilo, alcochol hidroabietílico, etc.
- Juego gustativo. Juego que tiene por objeto permitir a los niños hacer golosinas o platos que conllevan el uso de ingredientes alimentarios, tales como edulcorantes, líquidos, polvos y aromas.
Como veis, hoy en día nos encontramos una gran variedad de juguetes de todos los tipos, si bien, como nos recuerdan desde Diversal, las muñecas, los coches y los trenes siguen siendo los grandes protagonistas de sus ventas. Además, también nos apuntan que, como es lógico, tanto los juegos de mesa olfativos como los kits de cosméticos y los juegos gustativos no podrán ser utilizados por niños menores de treinta y seis meses.
- Juguete químico. juguete destinado al manejo directo de sustancias y mezclas químicas y a ser utilizado de manera acorde con la edad y bajo la supervisión de un adulto. los juguetes químicos exhibirán en sus embalajes la siguiente advertencia “No conviene para niños menores de 1 año. Utilícese bajo la vigilancia de un adulto”. Dado que ningún juguete podrá constituir un peligro inflamable en el entorno del niño, deberán estar compuestos de materiales que cumplan una o varias de las condiciones siguientes:
– No podrán arder, aunque se expongan directamente a una llama, una chispa u otra posible fuente de fuego.
– No podrán inflamarse con facilidad (la llama deberá apagarse tan pronto como cese la causa del fuego).
– Si arden, lo harán lentamente y la velocidad de propagación de la llama será reducida.
– Cualquiera que sea la composición química del juguete, será diseñado para que retrase mecánicamente el proceso de combustión.
Los juegos didácticos, otro de los clásicos de los más jóvenes
Se conocen como juegos didácticos aquellos que ayudan a los niños a aprender cosas útiles que les puedan servir el día de mañana, como por ejemplo un telescopio de juguete, juguetes para construir o edificar, instrumentos de música, etc.