Soy un amante de las películas, pero sobre todo de la saga de Regreso al Futuro. Todo comenzó de casualidad. Recuerdo que un día vino mi hermano con la cinta alquilada del videoclub, supongo que habrá muchos que no sepan lo que soy. Así que pueden echarlo aquí un vistazo. Pues bien, recuerdo que me quedé anonado con algunas de las imágenes. Así que me hizo muy fan.
Luego llegó la segunda película, que era muy chula. Y como suele pasar en estas cosas, se quiso apretar tanto la teta de la vaca que se estropeó con la tercera. Ahora bien, lo que siempre me ha quedado en la mente son los inventos que vi. Esos inventos del futuro que yo siempre he pensado que llegaría a mi vida. Alguno es cierto que lo he hecho. Por eso, ahora que las nuevas tecnologías han llegado a nuestras vidas es imposible no pensar en ello.
Por eso, tengo un hogar inteligente. ¿Qué es eso? Pues como me gusta a mí decir, una casa dominada por la tecnología. Es cierto que estoy al merced de ello, pero también es cierto que se puede vivir de una manera más cómoda y mejor.
Un hogar inteligente, o como les gusta decir a los más modernos un smart home, es una vivienda que utiliza tecnologías avanzadas. Donde los dispositivos están conectados y usa sistemas automatizados. Con ello se logra tener una casa más cómoda, la eficiencia energética permite que gastes menos en las facturas, y ante todo, y esto es lo que a mí me gusta, tienes una casa mucho más segura.
Estos dispositivos y sistemas se gestionan y controlan de forma remota con aplicaciones móviles, comandos de voz, o interfaces web, solo necesitas tener conexión a Internet para tenerlo en tu mano y en este caso, en tu casa.
Objetivo Regreso al Futuro
Y así es como poco a poco mi objetivo fue el de tener una casa que fuera como la del gran Martin Mcfly en Regreso al Futuro. Lo primero fue tener un asistente virtual. En mi caso cogí el de Amazon Alexa, aunque es cierto que hay otros como Google Assistant o Apple Siri. Gracias a la famosa Alexa puedo controlar dispositivos mediante comandos de voz. ¿Cuáles? Pues por ejemplo encender y apagar las luces, o poner música o la radio en cualquier momento. Incluso saber la temperatura.
La iluminación inteligente es una gozada. Esto consiste en instalar bombillas y sistemas de iluminación que se pueden programar para ajustarse automáticamente o controlarse desde el teléfono. Esto sirve muy bien por si estás fuera de casa y quieres encender las luces para demostrar a los amigos de los ajenos que hay alguien en tu casa.
Aunque la verdadera maravilla es llegar a casa y tener la temperatura perfecta. ¿Cómo se hace eso? Pues con reguladores de temperatura que aprenden las preferencias del usuario y ajustan automáticamente el clima para optimizar la energía. Es decir, que saben que estamos por la noche, pues se conecta. Además viene muy bien si estás fuera y quieres llegar a tu casa y tener una temperatura calentita.
También los refrigeradores, las lavadoras y los hornos inteligentes de marcas como Samsung o LG, se pueden controlar desde el móvil. Y es otra cosa que es maravilloso porque así no te tienes ni que levantar del sillón.
Además una cosa que me gustó mucho y que lo hice más tarde fue motorizar mis cortinas y estores. La verdad es que es una gozada, como indican desde Decoraziona Home es algo muy cómodo que no somos conscientes de ello hasta que no lo tenemos en casa.
La seguridad como te decía es vital. Y con sensores de puertas y ventanas, alarmas automáticas, y cerraduras electrónicas como las de August Smart Lock, la verdad es que puedes estar mucho más seguro. Son incluso cámaras que si estás fuera de casa te dicen si hay movimiento cercano o si alguien ha abierto la puerta. Todo esto es maravilloso.
La verdad es que un hogar inteligente es una gozada. Algunos dicen que te hace ser más cómodo y vago, yo creo que bastante problemas tenemos en la vida que es para estar muy feliz que venga alguien para hacernos la vida más fácil. Yo siempre recuerdo a la familia McFly y era muy feliz, eso sí, todavía no se ha inventado un patinete que vuele, aunque todo se andará.